Hacía varios años que se le venía negando, y finalmente Juventud Unida pudo gritar CAMPEÓN. Así, con mayúsculas, porque el grupo completo (equipo, cuerpo técnico y dirigentes), lo trabajaron a destajo, y los frutos están a la vista. Los chicos del club, más un par de jugadores clave, de experiencia, le abrieron la puerta del campeonato al Rojo de Madariaga.
Y para eso, tuvo dos finales contra un gran equipo, nada menos que Atlético Villa Gesell. Y el domingo había sido parejo, pero ayer Juventud supo cómo jugarlo, y tenía un as en la manga: Jonatan López, que con la 10 en la espalda, convirtió tres goles en la final jugada con un marco envidiable en el Alcuaz. Más de 2500 personas fueron testigos de la soberbia actuación de éste jugador, que seguramente entró ya en la historia estadística de nuestra liga.
Estandartes del campeón, varios: Hirigoyen (experiencia y carácter en el arco), el interminable Lázaro (Dragojevic) comandando el fondo, Iván (Dragojevic) que la tuvo que ver de afuera por lesión -y corrió y saltó con los goles como si no estuviera recién operado en los festejos- , "Paco" Montenegro y su envidiable técnica y pegada, el temible goleador Domínguez (¡¡qué jugador!!) y la súbita aparición del intratable López, que siempre insinuó mucho, y ayer ratificó toda su clase con los tres goles... Todos ellos, con los demás chicos del club empujando y jugando, aportaron para éste nuevo campeonato de un grande de la ciudad gaucha.
Un 3-1 para el recuerdo
Y hubo un partido de fútbol en el que el campeón pegó primero, con un gol que abrió el encuentro a los 28 minutos, cuando robó la pelota López, abrió para Romero que sacó un centro al que no llegó Escobar. Pero el 11 la buscó y buscó el centro al primer palo. ¿Quién estaba allí?: López, que había empezado la jugada, para tocarla abajo, al primer palo del arquero.
El segundo tiempo comenzó con un error defensivo, que llevó la duda al campeón, ya que Sivetti facturó a los 3 minutos esa fallida salida, y a empezar de nuevo. Pero Juventud siguió con su libreto, buscando a Montenegro para la salida limpia, y a ver qué podían hacer Domínguez y López adelante, siempre bien abastecidos por dos jóvenes jugadores, de gran proyección: Escobar y Romero. El propio Francisco, casi pone al frente a Juventud en un corner que peinó Iglesias a los 10, y la devolvieron en la línea. Bueno, ya que nombremos a Guido, avísenle que ya puede dejar de correr y meter. Otro chico del club, otro gran proyecto.
Y Domínguez seguía exigiendo a Cardozo -tuvo un mano a mano en el primer tiempo, cuando todo era parda, y otro antes de los 18, cuando llegó el 2-1. Control de espaldas en mitad de cancha, y media vuelta del goleador para habilitar entre los dos centrales a López, que ingresando por derecha la picó ante la salida de Cardozo. Ya era una tarde soñada paras el 10.
Y Atlético buscó, pero la férrea defensa de Juventud sacó todo: si no era Lázaro, era el "Negro" Ledesma, si no estaba "Pachuco" Cubilla. Y, por las dudas, también "Charly" Echaveguren. Y a los 35, una mala salida de Cardozo deja a Montenegro sólo, sin marca, en la mitad de la cancha. Y el 5, que juega de diez, habilitó a López, que definió otra vez, ahora por abajo.
Juventud, y su técnico Christian Daguerre, ya sabían entonces que no se le escaparía. Pero aún así, "Pachi" no se iba a sentar en el banco. Desde la línea de cal -o unos pasos adentro del campo de juego- instó a que sus jugadores corran la última pelota como si fuera la primera. Y, así, la fiesta fue toda roja.
Juventud Unida es nuevamente campeón de la Liga Madariaguense de Fútbol. ¡¡Salud, familia roja!!
Los once del campeón
Francisco Hirigoyen; Gonzalo Ledesma, Lázaro Dragojevic, Celso Cubilla, Carlos Echaveguren; Agustín Montenegro, Guido Iglesias, Francisco Romero; Tomás Escobar, Jonatan López y Martín Domínguez. DT: Christian Daguerre.
