Pinamar (por Sergio Michnowicz).- En el marco del encuentro llevado a cabo en esta ciudad de la Red de Recuperadores que integran la CONARCOOP (Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo) estuvieron integrantes de “Eco Pioneras”, un grupo de trabajadoras de la localidad de Campana, que dejaron su valioso testimonio en Pinamar.
Detalles
Cristina Romero, presidenta de “Eco Pioneras”, comentó que “somos parte del espacio de las cooperativas, para fortalecer y acompañar en esta jornada. Justamente Reciclando Conciencia, la cooperativa de Pinamar, fue nuestro padrino desde el nacimiento, quien nos acompañó y nos mostró el camino. Así que estamos muy orgullosos de poder acompañarlos hoy.”
“Venimos de Campana. Somos un grupo de mujeres que arrancamos en pandemia, con toda la connotación legal. Incluso nuestro nombre está conformado en femenino, para que en algún día en la historia se recuerde.”
¿Son todas chicas las que trabajan?
En su gran mayoría. Ahora recién tenemos compañeros varones. La fundación sí fue todo de las chicas, mamás con los niños sin clases en esa época, tomando las riendas de cuidar nuestra casa común y generarnos el propio empleo.
“Comenzamos en el 2020, pudimos formalizarnos en 2021, tener matrícula, y hoy ya estamos habilitados como destino sustentable también. Hacemos recolección, concientización, transporte, clasificación y certificación de los residuos. También estamos trabajando fuertemente con instituciones, tratando de incorporar el sentido de la economía circular. Por ejemplo, hasta en las cooperadoras de las escuelas, estamos tratando de que los chicos entiendan que es un recurso económico. Entonces, tenemos programas específicos para las escuelas públicas. Compramos un valor significativo ciertos materiales, para que los niños entiendan que no es basura, que es un recurso y que también es parte de la economía.”
¿Tienen alguna iniciativa propia o buscan alguna de ellas?
Nosotros lanzamos en mayo un servicio de recolección pago con suscripción, en unos triciclos muy similares a los que hay acá los Torky, como también una bici triciclo. Sin embargo, los vecinos pueden elegir la responsabilidad de pagar por ese servicio con una suscripción por Mercado Pago. Entonces, podemos establecer el retiro y cada vecino elige lo que quisiera pagar según la cantidad de veces que se le retira puerta a puerta.
Y eso ingresa directamente a la cooperativa, no pasa por otro ente…
Exacto. Nosotros, al estar formalizados, tenemos nuestro propio Mercado Pago. Entonces el vecino puede elegir y suscribirse, y se descuenta mensualmente el servicio de recolección.
En cuanto a estadísticas, romero cuenta que “si bien somos muchísimos más chicos que reciclando Conciencia en Pinamar, estamos trabajando aproximadamente 8 o 9 toneladas mensuales de la recolección. Porque antes que nosotros existamos en Campana no había nada. Entonces, es un trabajo mucho más incipiente, pero la verdad que es fortalecido.”
¿El personal cuenta con un salario digno, obra social? ¿Lo pudieron lograr?
Sí. Fue de a poco, no fue desde el principio. Nos costó mucho entender cómo establecer las finanzas propias de una empresa cooperativa. Porque a veces venimos con el mal concepto de que deberían ser todos planes sociales. Sin embargo, nosotros nunca tuvimos planes sociales y logramos la sustentabilidad de la cooperativa con el trabajo. Digamos, cobrando nuestros servicios y la venta del material, todo el conjunto.
“Entonces sí, logramos una base para cada compañero. Y después cada uno tiene la obligación de también abonar sus prestaciones sociales.”
¿Y el lugar, el espacio, cómo lo lograron?
Lo alquilamos, literalmente. Nosotros nos pudimos mudar el año pasado. Nuestro barrio se llama Pioneros, como acá en Pinamar Barrio de los Pioneros. De ahí nace nuestro nombre de Eco Pioneras. Estábamos ubicados en una zona rural, adentro de un campo, alquilábamos un tambo -siempre alquilamos, siempre tuvimos que pagar un alquiler- y cuando se nos venció ese contrato, nos relocalizamos y estamos en pleno centro de Campana.
“Nuestro predio hoy es mucho más chico, tiene nada más que 300 metros. También tuvimos que cambiar la operatoria. Sin embargo, nos pudimos adecuar. Pero seguimos alquilando también. Nosotros pagamos nuestra luz, alquiler y todos los impuestos. Porque realmente las empresas cooperativas facturamos, pagamos IVA, aportamos.”
Sabiendo esto, ¿el municipio qué es lo que aporta? ¿Les da una mano? ¿Los ayuda en el alquiler?
En realidad, hoy en el municipio estamos tramitando y estamos a punto de conseguir un acompañamiento de un porcentaje de este alquiler. Así que estos años lo que logramos es que se establezca una política pública de reciclado en el municipio. El municipio acaba también de inaugurar una planta municipal. Entonces, nosotros estamos aprendiendo a convivir entre lo privado y lo público, compartiendo el objetivo que es el cuidado ambiental, y que cada vez sea más la cantidad de residuos que no se entierran y se recuperan.
¿En los tiempos que corren, cómo la están pasando?
Está difícil. La realidad es que, ante las dificultades, no queremos ahogarnos en la negatividad. Sin embargo, vemos la posibilidad de seguir innovando. Para este nuevo servicio, tuvimos que inventar desde la dificultad o la necesidad. Tener que inventar nuevos servicios para que acompañen nuestra sustentabilidad. Y a veces en las crisis surgen oportunidades desde
la necesidad.
07/06/2025