Con determinación y un objetivo claro, Walter Figurski, guardavidas y nadador de aguas abiertas de Villa Gesell, logró completar una de las pruebas más desafiantes de su carrera. A las 12:30 del mediodía del martes, se lanzó al mar con la meta de unir a nado el Faro Querandí con el Balneario Áfrika. Tras poco más de 9 horas de esfuerzo ininterrumpido, recorrió 28,2 km y cumplió su promesa, en un desafío marcado por la resistencia física y la emoción.
Más allá del logro deportivo, la travesía tuvo un fuerte significado personal. Figurski dedicó esta hazaña a personas fundamentales en su vida, como su esposa Natalia, fallecida hace siete años, y su amigo y colega guardavidas 'El Negro' Ojeda, quien murió en 2024.
El mar mostró dos caras durante la travesía. En las primeras horas, las condiciones fueron favorables, con poca deriva y aguas relativamente calmas que le permitieron mantener un ritmo estable. Sin embargo, con el correr de la tarde, el viento aumentó y las corrientes se tornaron más agresivas, dificultando su avance. A pesar de los obstáculos, Figurski no detuvo su brazada y avanzó con tenacidad hasta completar el recorrido.
Su preparación comenzó hace un año, combinando entrenamientos en pileta y mar. Desde noviembre se instaló en Villa Gesell y, desde diciembre, enfocó su rutina exclusivamente en aguas abiertas. “Trabajo con ciclos de carga y descarga: aumento la intensidad durante varios días y luego bajo el volumen para que el cuerpo se recupere. Es fundamental llegar en el mejor estado posible” explicó el nadador, que en sus entrenamientos llegó a completar sesiones de hasta 11 km.
El recibimiento en la costa fue tan emotivo como su travesía. Familiares, amigos y vecinos lo esperaron en el Balneario de Paseo 123 y Playa, con antorchas y un fogón que iluminaron su llegada. Exhausto pero feliz, Figurski emergió del agua con lágrimas en los ojos, cerrando una jornada inolvidable para él y toda la comunidad geselina.