La tarde y noche del viernes 31 de octubre en General Madariaga se tiñó de color y fantasía con la celebración de Halloween. Niños, niñas y adolescentes salieron a las calles de la ciudad caracterizados como los más diversos personajes, manteniendo viva la tradición de pedir caramelos por los distintos barrios.
La celebración, también conocida como Noche de Brujas o Noche de Difuntos, congregó a numerosos grupos de jóvenes que recorrieron las calles madariaguenses ataviados con creativos disfraces. La actividad se desarrolló en un ambiente festivo y familiar, donde los participantes disfrutaron de la clásica búsqueda de golosinas que caracteriza a esta festividad de origen celta.

Mientras las calles residenciales se poblaban de superhéroes, princesas, monstruitos y fantasmas, el Predio La Invernada mantenía su atmósfera criolla con el desarrollo de la 30ª Fiesta del Talar, donde los jinetes y las destrezas ecuestres eran los únicos protagonistas, marcando un contraste entre ambas celebraciones que convivieron durante la misma noche en la ciudad. Al menos EL MENSAJERO no observó ningun paisano disfrazado...
