Ostende (por Sergio Michnowicz).- La primera voz de alarma la dio una vecina de Mons y Saavedra. Miraba por la ventana cuando vio la figura de un robusto puma caminando por la calle, dirigiéndose a un alto pino. Era temprano, apenas el sol despuntaba y ya el barrio tenía un nuevo visitante…

Otra persona cercana también lo vio, y dio aviso por teléfono a las autoridades. En cuestión de minutos, varios patrulleros de la Policía Comunal junto a la Guardia Urbana detectaron al felino y cortaron las calles aledañas para no molestarlo. “Un vecino lo tiene filmado cazando un perro en la otra cuadra” afirma otro hombre.

Las versiones comienzan a correr. Mientras, el puma reposa a más de 10 metro de altura, entre gruesas ramas que aguantan su peso.

“Es habitual que este tipo de animales estén en la zona de la Reserva de Cariló y la parte norte de Pinamar, que son zonas boscosas y vírgenes. Por eso, nos resulta extraño que haya aparecido justo en la mitad del partido y se haya escondido en el pino. Sospechamos que se escapó de la casa de algún vecino”, comentaron desde el Municipio.

El Director de Zoonosis, el médico veterinario José Domenech, estaba sorprendido por la aparición. Y dio aviso al área de Fauna de la Provincia, con sede en La Plata, para que vinieran y se lo llevaran.

Trascendió que el puma, por su buen estado, tendría dos años de edad aproximadamente. Y que sería de alguna persona que lo tenía en cautiverio y se le escapó.

Si bien la hipótesis más firme es esta última, también se evaluó la posibilidad de que el puma venga del Partido de Madariaga. “Estamos a 10 cuadras de la Ruta 11 y del otro lado de la autovía hay mucho campo y muchos animales salvajes”, aseveraron desde el municipio.

Mientras se realizaban las tareas de rescate, la policía local, Defensa Civil y la Guardia Urbana acordonaron la zona y se dio aviso a los vecinos para que se quedaran dentro de sus viviendas.

Cerca de las 17 horas, todo terminó. Los funcionarios de Fauna llegaron, bajaron sus equipos, prepararon el rifle con un dardo tranquilizador, y actuaron. Solo un disparo se escuchó en el barrio. Minutos después el animal comenzó a tambalear en tanto que abajo lo esperaba los rescatistas que extendieron una red para que cayera sobre ella. Como el puma quedó dormido enganchado de unas ramas, una persona de la municipalidad utilizando un elevador empujó al felino con un largo palo para que cayera.

Inmediatamente fue colocado en una jaula y trasladado hacia su nuevo destino. Un centro de recuperación de animales salvajes con sede en La Plata, según dijeron las autoridades.