Pinamar ©.- Los proyectos de obras públicas están paralizados. Solo se continúan aquellas obras que comenzaron y que deben finalizar como sea, a pesar de la inflación, la suba de los insumos y del dólar. No hay presupuesto, y por tal motivo la actividad general pasa por un momento difícil.

En cuanto a la parte privada, hay construcciones de casas y edificios nuevos, pero los inversores se limitan a contar con un puñado de obreros.

Desde la Delegación Regional de la UOCRA ven con preocupación esta situación, teniendo en cuenta que la actividad caerá mucho más en la temporada estival.

El dirigente Aníbal Sosa comentó que “es muy preocupante porque desde la Seccional Mar del Plata abarcamos una zona importante. Y acá en Pinamar se está sintiendo mucho por diferentes factores. Primero porque una de las plazas que ocupaba mucha gente era Costa Esmeralda, donde había 300 chalets por año y hoy hay 40 o 50. Y todos esos contratistas y obreros que laburaban en esa zona son todos de la nuestra.

“Hoy nos encontramos que, además de la desocupación que podemos tener en Pinamar, esa plaza está trabajando en un 40 %.”

Un dato. “En esta zona y en Gesell cambiaron los ritmos de obra. La cantidad de metros está, pero en un edificio donde tendrían que haber 20 personas, hay ocho. Esa obra se hace y se termina, pero con ritmos distintos a los de antes. Por eso a veces no alcanza para todos.”

• Y la modalidad de construcción también cambió…


• Así es, se han ido modernizando sistemas. Hay gente que hace hormigón y tiene moldes. Antes tenías 20 personas para un hormigón y hoy lo hacés con ocho, el mismo trabajo y más prolijo. Pero hoy nos encontramos con una situación difícil, con sueldos realmente bajos, la rentabilidad de las empresas no es el que tenían, hoy nadie toma créditos.

“Amén que podemos hablar de la parte laboral, la construcción es un negocio. Si el inversor no ve el negocio, no hay obra, no hay gente trabajando. Hoy por hoy el inversor se encuentra que si va  a pedir un crédito, los números no dan como hace unos años atrás. Por eso también vemos menos obras. En ese aspecto también se va a complicar.”

• ¿Desde el sindicato qué piensa hacer como estrategia? Porque la desocupación es alta y aumentará más en la temporada…


• Hay varias cosas para hacer. El gremio está trabajando tanto a nivel nacional como regional o local en varias cosas. Una novedad es que se está aprobando una ley para que el obrero, le hagan el depósito de desempleo en una cuenta especial, pueda generarle intereses y no como era antes.

“En Pinamar tuve algunas reuniones con gente del municipio, para que pongan en marcha la ordenanza de reparación de edificios que ya está aprobada y promulgada. Eso generaría al menos 150 a 200 puestos de trabajo y al municipio no le saldría nada. Es una ordenanza que está, pero que todavía no se ha largado. La tendríamos que largar a funcionar para después de la temporada y ahí surgirían muchas microempresas. Que para una ciudad de estas, con la cantidad de habitantes que tiene, 200 puestos de trabajo es mucho.”

• ¿Hay que tener paciencia?


• Sí. Uno por experiencia ha pasado varias. No considero que ésta sea la más grave, porque sí hay falta de trabajo pero no como en el 2000 o 2001. Por supuesto que esto no nos deja tranquilos, porque cuando hay gente desocupada no nos puede dejar así. Sí estamos viendo determinadas soluciones, insertando gente desde el Centro de Formación en la cultura del trabajo enseñándole tareas nuevas. Y brindándole herramientas.