-¿Qué nos puede comentar sobre la actualidad en el Concejo Deliberante?
-Desde lo que hace a la labor en el HCD, los concejales que nos reconocemos dentro del peronismo local hemos conformado un interbloque, con motivo de establecer un método común para dar los correspondientes debates al oficialismo, de acuerdo a los distintos temas que hacen a la realidad política local. Más allá de que el oficialismo cuenta con mayoría automática -lo que le posibilita hacer y deshacer a gusto-, eso no nos ha limitado a la hora de debatir ni mucho menos al momento de votar en contra cuando el tema, desde nuestro análisis, lo exigía. Un ejemplo de ello fue el tratamiento para la creación de nuevas tasas, la modificación de otras y el incremento de todas. En este caso, lo dijimos, el oficialismo mintió a los madariaguenses al decir que el aumento iba a rondar el 20%; la actualidad demuestra lo contrario, y son los vecinos quienes deben soportar un ataque más a su bolsillo.

-Hace unos días, el intendente Esteban Santoro hizo una serie de reclamos a la capacidad de las gestiones anteriores. ¿Alguna reflexión al respecto?
-Parecería que el intendente Santoro no descubrió aún que es él quien gobierna desde diciembre de 2015. El verso de la “la gestión anterior” ya se le agotó, pero lo sigue usando con intención de ensuciar y distraer la discusión política o su responsabilidad sobre los reclamos de los vecinos. A veces, pienso que Santoro y algunos de los que lo rodean, tienen un marcado anti-peronismo como conducta para discutir con sus rivales políticos. Esto se verifica también en sus actitudes hacia otros vecinos que se identifican con nosotros, llámeseles trabajadores, comerciantes o empresarios. Claramente hay un alto nivel de intimidación, persecución o rechazo hacia quienes piensan distinto a ellos.

-Entonces, ¿cuál sería el balance que hace al respecto?
-Es claro que hay diferentes miradas de cómo ocuparse del gobierno local. El peronismo trabajó siempre de cara al vecino y haciéndose cargo de lo que corresponde al gobierno municipal y muchas veces más allá de ello. Nosotros nos basamos en el viejo apotegma que reza “donde hay una necesidad, nace un derecho”. En este sentido, hay un sinnúmero de realizaciones a la vista, quizás algunas de ellas puedan ser analizadas en presente con ojo acusador, pero cierto es que cuando se concretaron, les cambiaron la vida a los vecinos. Ahora parece que el gobierno de Santoro -que posee la planta política de mayor tamaño en la historia del pueblo- no tiene la capacidad para resolver las demandas que los vecinos le acercan, y sólo se dedica a criticar lo ya hecho y a inventar denuncias sin fundamento contra la gestión anterior. Denuncias que no prosperan en la Justicia y que sólo sirven para mal utilizar tiempo y fondos públicos. Además, deberían tener un gesto de valía y dejar de hacerle creer a la comunidad que la denuncia es el proceso judicial y la acusación, la sentencia. Lo que es imposible de negar es que en un contexto en el que cada día cuesta más llegar a fin de mes, con paritarias que ni siquiera harán frente a la inflación, con el constante aumento de los servicios y las tasas, los secretarios municipales cobran sueldos elevadísimos a los que se les agregan fuertes sumas por dedicación exclusiva, como si nadie supiera que, a las 13, la Municipalidad queda vacía.