Por Claudio Barrueco

“Fue en un partido muy ‘chivo’ contra Juventud. Arranqué de suplente y me tocó entrar faltando cinco minutos para el final. Estaba a punto de cumplir 16 años. Y te soy sincero, tenía un susto tremendo, ja”.

Alejo Phoyú se sonríe. La fecha casi que no importa. Ese momento, el debut en Primera División, para él está continuamente latente. Entonces, las sensaciones especiales llegan a potenciarse cuando ahora, poco más de tres años después, muchos hablan de su enorme capacidad y la histórica aventura de El León en el Torneo Federal B.

“Es un sueño vivir esta experiencia con la camiseta que tanto quiero”, dirá, ante el grabador de EL MENSAJERO, el volante central madariaguense que admira a Rodrigo Braña (el popular “Chapu”), considera que “el fútbol es un estilo de vida” y se define de una manera muy particular: “Yo estoy lejos de ser un jugador temperamental. Sin embargo, me prendo fuego por dentro y quiero que la pelota esté siempre conmigo”.

-¿Te llegó rápido la posibilidad?
-Sí, me llegó bastante rápido esto del Federal B. No lo tenía pensado. Pero bueno, ahí vamos… Estoy tratando de adaptarme de la mejor manera. Para mí es un privilegio formar parte de un torneo nacional. Además, puedo ganar mucha experiencia con los jugadores que se sumaron al plantel.

-Asumiste la titularidad en el tercer partido, contra Independiente de San Cayetano, y a partir de ese momento no saliste de los 11. ¿Siempre tuviste confianza?
-Y, al principio llegué a pensar que no iba a ser titular. No me tocó jugar el primer partido y entré cinco minutos en el segundo. Pero ya después, Lucas (Cortés) me puso de movida y ahí, como siempre, intenté responder desde mi lugar.

-Algunas veces te tocó la camiseta número 10. ¿Algo especial?
-Sin dudas. Prefiero mil veces que me den la 5, ja, ja.

-En concreto, entonces, ¿cómo definirías lo que te está pasando?
-Bueno, todos los chicos como yo que juegan al fútbol en Madariaga sueñan con una posibilidad similar al Federal B. En mi caso, arranqué desde muy abajo. Y la realidad es que ahora quiero más. No me voy a quedar con esto.

-A propósito, ¿qué podés decir de tus inicios?
-Yo siempre estuve en El León, el club del que soy hincha. Arranqué a los 5 años en la cancha que era de madera, en la sede de Sarmiento. Después, los tuve a Nacho y al “Bolita” Tocci, en Sexta y Quinta. Realmente con ellos aprendí mucho. Y lo que siguió fue el salto de Quinta a Primera. Estuve jugando un tiempo todos los sábados y domingos. Y eso me encantaba. No sentía cansancio para nada.

-A principios de año, aún con 18, tuviste la posibilidad de probarte en Lanús. ¿Cómo fue que llegaste ahí?
-En uno de los últimos partidos del año pasado, contra Atlético Villa Gesell, vino un hombre al que le habían hablado de mí. Terminó contactándose con mi viejo, y enseguida fui a Buenos Aires. Estuve siete días en la pensión del club junto a chicos de otros lugares. Al final, nos dijeron que estaba todo muy “poblado”; que éramos buenos jugadores, pero que nuestros puestos ya estaban cubiertos.

-¿Ahí se terminó la experiencia?
-No. Al tiempo me llamó el propio coordinador de las Inferiores de Lanús diciendo que querían verme tres días más. Yo fui, pero no sé… es como que me sentí “raro” en esa segunda prueba. Fui más por compromiso que por otra cosa. Además, no quería alejarme de Madariaga, porque ya había comenzado el proceso del Federal B y yo quería jugar en El León.

-O sea que el sentimiento se reflejó más que nunca…
-Es que jugar el Federal B con la camiseta de El León significa cumplir un sueño. Es más, siempre fue algo que deseamos con Juancho (Harisgarat); más que nada él, porque hace varios años que está en el club y siente los colores como pocos. Juancho es alguien que me transmite mucho.

Ya quedó atrás una interesante ronda de preguntas y respuestas. Hacha, tiza, cuore caliente y pases precisos, Alejo Phoyú ha dejado entrever, una vez más, la buena onda y el respeto que lo caracterizan desde que incursionó en el ambiente del fútbol. A continuación, el talentoso pibe de 19 años, fana de Independiente en las ligas mayores, hablará de cuestiones más colectivas que antes.

-¿Cuál es el balance de la primera rueda?
-Tuvimos un período de adaptación que fue muy lento. Porque la realidad es que nos costó acomodarnos en el torneo. Igual, de a poco fuimos mejorando. Y lo vamos a seguir haciendo.

-¿Y si hablamos de objetivos?
-No sé… Ahora que conocemos a todos los rivales, creo que no volveremos a cometer los errores que cometimos. El Federal B no es como la Liga Madariaguense. Porque en este torneo, los rivales tienen una posibilidad y te la mandan a guardar. Hay mucha efectividad.

-¿Cómo es el trato con Lucas Cortés?
-Bueno, primero, Lucas es hincha de El León. Él siente que esta competencia es un logro muy importante de la misma manera que lo sentimos, por ejemplo, Juancho y yo. Después, desde lo personal, es alguien que me transmite muchas cosas. Antes de los partidos acostumbra a estudiar mucho sobre los rivales. Y eso siempre es muy bueno.


LA ÚLTIMA PALABRA
“Mando saludos a mis viejos, Gustavo y Paola; como así también a todos los integrantes de la familia y los amigos que hacen el aguante en la tribuna: Ciro, Emiliano, Mauri, ‘Tanque’ y Franco. Con ellos, siento que estoy en mi lugar”.