Pinamar (por Sergio Michnowicz).- Todo comenzó con un comentario, después una propuesta, más tarde una decisión y finalmente el objetivo logrado. Parecía una tarea sencilla, pero cuando Rubén “El Cordobés” Oliva se propuso interceder para que el mangrullo de la ciudad, símbolo de Pinamar, sea restaurado después de casi 30 años, aquella utopía poco a poco se fue plasmando en realidad.

Por eso, las buenas noticias hay que destacarlas. Y hoy, aquellos que colaboraron con la puesta a punto del añoso árbol, serán homenajeados a las 16 horas frente a la terminal de micros.

“Como el objetivo estuvo cumplido, que era el mantenimiento después de tantos años que ese árbol no lo recibía, en la vida hay que ser agradecido” comentó Rubén. “Por eso quisimos reconocer a todos los que pusieron lo suyo, con donaciones o con la forma que sea, para que podamos terminar con este objetivo.”

“Vamos a entregar pequeños recuerditos para las empresas que pusieron su granito de arena como también a aquellas personas que también pusieron algo, como un pincel, otros pusieron dos litros de aguarrás… Y para cada uno de ellos habrá un pequeño reconocimiento.”

“La mayoría de la gente que colaboró es de Pinamar, por eso elegimos ese horario para que les resulte cómodo y la mayoría puedan venir.”

• ¿Queda algo pendiente por hacer en el mangrullo?


• El objetivo está cumplido. Se hicieron algunas cositas de más dentro del objetivo. Como bonus track está la iluminación del cartel “Pinamar” y la que menciona a las otras localidades. Se logró poner eso que no estaba en los cálculos de nadie. Pero siempre quedan cosas pendientes. Para más adelante queremos iluminarlo completo. Quizás sea un objetivo más ambicioso, pero quedaría mucho más lindo. De todas maneras, la iluminación que sí ahora terminamos se podrá apreciar quienes vienen 10 cuadras antes. Indiscutiblemente, es un ícono de la ciudad.

Oliva recordó a quien fue la familia iniciadora, aquella que trajo el tronco desde la Mesopotamia, para ser colocado en donde está hoy. “Sin duda, este árbol fue donado por la familia Rossi que al día de hoy tienen Maderera Véneto. Fueron ellos los que se tomaron el trabajo de traerlo desde Misiones. Un árbol de ivyrapitá que no se tuvo que talar, porque estaba muerto, en el piso, con más de 950 años. Todos los aplausos para ellos.”

08/10/2021