Pinamar (c).- Es el referente de un equipo que busca su puesta a punto para un nuevo calendario de la Unión de Rugby de Mar del Plata. Julián Ortiz es el capitán del Camarones Rugby Club, y por sus pies y manos pasan la mayoría de los pases ofensivos.
Rodrigo Barcia, de la URMDP, lo entrevistó para la página oficial, donde el jugador habló sobre el futuro del equipo.
-¿En qué momento de la preparación se encuentra Camarones? ¿Cómo es la pretemporada de tu equipo?
-La pretemporada comenzó el 8 de enero junto a todas las categorías competitivas. La realiza un preparador físico que contrató el club, el cual, en diciembre, hizo pruebas para ver donde estábamos físicamente, y a partir de ahí ver cómo encarar el año. Este año cambió un poco y se basó mucho en destrezas físicas, elongación, escaleras y muchas estaciones. El gimnasio es aparte y cada uno se debe hacer responsable del entrenamiento “invisible”, como se denomina en el club, que es el que cada uno realiza por su cuenta.

-¿Qué objetivo se plantea el club para este 2018?
-El objetivo del club es seguir creciendo en cantidad de gente. Se avanzó mucho en las categorías infantiles y competitivas, y estamos todos convencidos de que ése es el camino. Y deportivamente, ser cada vez más competitivos y tratar de establecer un modelo de juego que represente al club.

-¿Y a largo plazo? ¿Cómo ves al club dentro de unos años?
-El club siempre tiene metas cortas y objetivos fijados cada año. Viendo para abajo, la única categoría a la que todavía le falta gente es la M14. Después, el resto está con buena cantidad de jugadores y con dos a tres entrenadores y colaboradores por categoría, con sus managers y directores deportivos por bloques, cosa que hace unos años era impensado. Creo que en cuatro o cinco años, el club va a pegar un gran salto en Plantel Superior, cuando lleguen las camadas que tienen por lo menos 10 años de rugby todos juntos.

-¿Cómo se trabaja el rugby infantil en tu ciudad? ¿Cómo captan a los infantiles y juveniles?
-Captar jugadores es difícil, no es una ciudad grande y tampoco es el deporte popular. Se trabaja mucho con los jugadores, se les pide que en cada entrenamiento sumen o inviten a dos amiguitos. Otra manera es alquilar el club para cumpleaños, así se da a conocer, y la verdad es que tenemos un predio chico, pero muy lindo. También hay profesores de educación física como entrenadores, lo cual ayuda para que traigan a sus alumnos.

-Siendo un referente de tu club, ¿cómo ves el rugby en la Costa?
-El rugby de la Costa está creciendo de a poco; son ciudades chicas y se complica captar jugadores. Y cuando llegan en edad para subir a Plantel Superior, por no tener universidades, terminan viajando y alejándose. Igualmente hay buenos jugadores y mucha gente que se compromete y hace todo lo posible para llevar adelante sus clubes.

-¿Qué pensás qué deberían mejorar para dar un salto de calidad?
-Como dije antes, el salto de calidad hoy lo tenemos en las Juveniles. Son chicos con años de rugby comprometidos y con objetivos claros. La M16 tuvo un gran 2017, y creo que esa camada, si logra llegar toda junta, va a hacer un cambio muy importante en la calidad del Plantel Superior, y de ahí para abajo, el resto de camadas vienen con el mismo tipo de entrenamiento físico y en destrezas.

-¿Tenés algún referente que te sirva de guía para ser capitán?
-En el club, referentes como capitán no tuve. Desde que juego no hubo planteles formados, ni en competencia. Sí tomo conceptos de gente que cuando yo arranqué la luchó para que el club esté como está hoy. Y gente veterana del club que viene y aporta para que uno mejore.

-¿Qué significa ser el capitán de Camarones?
-Ser capitán de mi club es un orgullo y responsabilidad enorme. Creo que es la mejor motivación por el hecho de que tus compañeros depositen esa confianza. En el club, muchos te reconocen por ser el capitán, por esto hay que trabajar para dejar bien representado a Camarones y, en lo posible, dejar alguna enseñanza para los que vienen.