Pinamar (por Sergio Michnowicz).- La lucha de Carina Zabala, lejos de desistir, no se detiene. Su hijo Fausto tenía 20 años cuando cayó de un edificio en construcción. Colocaba unas placas de durlock en un quinto piso. Y no contaba con los elementos básicos de seguridad.
Hoy, en la búsqueda de justicia, abrió varios frentes para que se tome conciencia del peligro que existe en muchas construcciones ante la falta de medidas tanto de seguridad como de higiene. El boom inmobiliario trae aparejado estos problemas que, afirma, algunos quieren ocultar.
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El viernes último Carina utilizó la “Banca del Vecino” para exponer en el Concejo Deliberante las falencias que ella detectó en 20 obras nuevas de Pinamar, que no cumplen con la Ordenanza 1879/96 sobre seguridad e higiene ni con leyes provinciales y nacionales vigentes.
“La finalidad es que los funcionarios del legislativo comiencen a trabajar en esta problemática que día a día pone en riesgo la vida de cientos de obreros por la negligencia empresarial y de la Dirección de Obras particulares, incluyendo al intendente que es la máxima autoridad del partido” cuenta.
“Hice uso de un poco más de 15 minutos, donde informé sobre este relevamiento que hice a modo personal de 20 obras en construcción, donde se pueden ver las irregularidades en cuanto a la seguridad e higiene, a la seguridad en trabajos en altura, leyes provinciales y nacionales que no se cumplen, y ordenanzas municipales como la 1879 del año 1996.”
Recordó que “me invitaron de la Comisión de Legal y Técnica, donde ahí me explayé por el tema del relevamiento. La idea es que los concejales hagan su trabajo, que es fiscalizar al Ejecutivo que no está cumpliendo con sus deberes de funcionario en la dirección de obras particulares. Y también que me representen todos los concejales, porque esa es la función de los legislativos para poder solucionar este grave problema y muy preocupante que hay en Pinamar, que es la falta de medidas de seguridad en las obras en construcción en altura.”
“Cuando uno pasa por un edificio y ve una maderita, eso no es una baranda reglamentaria, son maderitas. De hecho, al Concejo Deliberante llevé -y les dejé la foto de la ventana por donde cayó mi hijo Fausto- la madera de contención que había para proteger hacia el vacío, de un centímetro de espesor, totalmente fuera de reglamento. Y todo eso se ve en el informe que levé a la Comisión de Planeamiento.”
“Como les dije cuando me levanté de la sesión, dejé una bomba en el Concejo Deliberante en sentido simbólico, y ahora ellos tienen la responsabilidad. Hace 22 meses que murió Fausto, hice 170 sirenazos para que el Estado Municipal me escuchara, para que los funcionarios me escucharan, para que los empresarios me escucharan. Creyeron que yo me iba a cansar, pero no. Entonces hoy les dejé en papel y ante la vista de todo el pueblo pinamarense un relevamiento con el cual los concejales van a tener que trabajar y hacerse cargo de que ellos son nuestros representantes y ellos tienen que darle solución a esta problemática desde Pinamar. Después las autoridades provinciales harán lo mismo.”
“Yo sigo esperando” dijo pensativa. “Creo en la justicia, creo en el Estado, creo en lo público. El problema no son las instituciones sino las personas que ocupan cargos, que tienen que tomar conciencia de que tienen una responsabilidad, tienen que cumplir con los deberes de funcionario público. Por eso sigo insistiendo. Ahora queda en manos de los concejales, y cuando digo concejales para mí ellos no representan un partido político, sino que son funcionarios públicos, todos. A partir de hoy, todos tienen la responsabilidad de comenzar a trabajar para darnos una solución a los ciudadanos de Pinamar” comentó Zabala.
03/07/2025