Hace un tiempo ya, procesados por hurto, estaban en el calabozo de la antigua comisaría del Tuyú, Manuel el "Portugués", y Juan Agustín Merzari, entre varios otros...

"Ya hemos pagado el delito"!, le dijo el último, y lo invitó a fugarse hasta algún establecimiento a trabajar; y un factor a tener en cuenta era, que la pieza que hacía de calabozo, "no ofrecía seguridad alguna", como así lo informaran los mismos agentes de la ley. Así que pues, lo único que faltaba era un buen plan y decisión..., aunque muy complejo no debía ser, por las circunstancias que rodeaban el ambiente.

El día y hora llegaron, fue el 27 de julio de 1908, a las 18 horas. A cargo de la custodia estaban los agentes José Falcón y Manuel Rodríguez, éste último, un español de 34 años de edad. A Merzari, como parece era de rutina, se le había encargado cocinar para los presos, y en dicha tarea estaba. Falcón, por su parte, ya se encontraba comiendo en una pieza contigua.

En esos momentos, el "Portugués" le solicita al agente Rodríguez, que lo deje ir a vaciar el tarro de aguas servidas a la letrina, lo cual es autorizado. Encontrándose Rodríguez, sólo y por tener el calabozo más presos, resuelve custodiar pero "con la vista" al "Portugués", quien caminaba hasta los fondos de la comisaría tarro en mano.

Según dicen, pasaron sólo "unos tres minutos" cuando Rodríguez, notó que el detenido no volvía de la letrina, y lo llamó a los gritos, pero el "Portugués" ya no se encontraba... aunque el envase vacío dejó... Al instante dio voz de alarma, llamando a su compañero, percatándose también del "otro faltante", el "cocinero de los presos". Ante la inexistencia de cerco alguno y por la oscuridad de la noche, no pudieron dar con los prófugos, quienes corrieron a través del juncal.

Llega el Sargento Cornelio Torres, quien dispuso dos cosas: primero, poner en arresto al agente Manuel Rodríguez, y dos, salir inmediatamente en búsqueda de los prófugos, siguiendo el camino paralelo a la vía, según informara él mismo en la suposición que hubieran tomado ésa dirección. Cuando llega a Segurola, y sin novedad de los presos, decide volver, para reiniciar la búsqueda.

Pero no pasó mucho tiempo, sin que llegaran noticias de los ausentes..., por la mañana al Establecimiento "Juancho", habían llegado a pié dos individuos a solicitar licencia para quedarse y descansar. Hacia allí se dirigió la comisión policial, integrada por el Sargento Torres, Félix Guzmán, Luis y Constancio Dorado, y el mismísimo Manuel Rodríguez. Fue hallado sólo el "Portugués", ya que Merzari, minutos antes se había internado en los montes.

Seguramente con intención de redimir su culpa y responsabilidad, Rodríguez, junto a Constancio Dorado, no duda en salir detrás del buscado.

Dos días enteros anduvieron por los montes "haciendo indagaciones incesantes sin resultado satisfactorio"; hasta que pasaron a la parte sur de "Macedo" sin noticia alguna. Volvió a los montes y en el puesto llamado "Las Ramas Caídas", encuentra una cuadrilla de alambradores, que le informan que la mañana anterior había estado "el individuo en cuestión", quien después de almorzar, se había dirigido hacia los médanos, y para allá salió Rodríguez con su compañero.

"Por las grandes sinuosidades del terreno, invertí dos días para encontrar la huella del fugitivo, la cual seguí durante cuatro horas por el Litoral del Atlántico, hasta desviarse nuevamente hacia los médanos, donde volví a perderla, buscando en distintas direcciones llegué al faro "Punta de Médanos", donde el encargado le indicó, que Merzari, había estado ahí solicitando licencia para descansar dos días, lo cual le fue negada y se le intimó a que se retirara de inmediato.

Un subalterno de la custodia del faro, al otro día lo vio en un médano de la costa, pero ignoraba la dirección que había tomado, fue el siguiente dato que recibió el ahora insistente perseguidor Rodríguez.

A las horas llega al campo de Cobos, y en el puesto de Tello, su señora le dice que pasó la noche allí y se retiró, para una vez más ir hacia la costa. Indaga en el campo conocido como "del Tuyú", pero sin noticia alguna. Allí le facilitaron unos caballos de reemplazo, por el estado deplorable de los suyos. Resuelve seguir una intuición, y se dirige esta vez al Faro de "San Clemente", "por ser el único lugar donde éste individuo, puede dirigirse por la costa", dice Rodriguez. Una vez ahí, se convenció que el buscado no había seguido por la costa, "teniendo forzosamente que seguir por el camino que se dirige a Lavalle para salvar la región pantanosa que á ambas márgenes de éste se extiende á varias leguas", sigue en su relato el agente.

Habiendo perdido todo rastro y sin dar noticias de Merzari, Rodríguez toma rumbo a Lavalle. Allí, luego de presentarse a las autoridades, permaneció indagando sobre el buscado, pero nada de nada...!!!

De vuelta en el campo de Cobos, y en la Esquina de Caride, tuvo la ocasión de hablar con Don Tello, quien en estado de ebriedad..., le informa que el prófugo hace unos cuatro o cinco días atrás había estado en su casa, y le había dado "un pantalón azul, un chaleco negro y una camisa á listas rojas"; "y me parece que tomó dirección a Lavalle...".

Y concluye Rodríguez, "por carecer de caballos para continuar la persecución y suponer que el individuo haya sido ocultado por algún morador de estos campos, decidí regresar á ésta Comisaría". No sin antes mencionar que el "Portugués" había sido capturado por él ...

El 7 de agosto siguiente el sumario le fue elevado al Sr. Juez de Paz del Tuyú, Don Casimiro Montes.

No existen constancias de resolución judicial o policial alguna; tampoco de Merzari..., pero habrá Rodríguez redimido sus culpas en semejante periplo en búsqueda del cocinero ...?