El Club Juventud Unida atraviesa un momento de grandes transformaciones. Gracias a la iniciativa del joven empresario Bautista Irázabal, la institución ha sumado dos canchas de tenis, una de pádel y un espacio gastronómico de jerarquía que no solo beneficiará a los socios, sino también a toda la comunidad y visitantes de la región.

En diálogo con EL MENSAJERO, Irazabal contó cómo nació la idea:

“El motor de todo esto son los chicos, pensando en el futuro, en el bienestar social y en el deporte. Soy un apasionado del tenis y, junto con el profe del club, vimos que hacía falta un cambio. Armamos un proyecto a dos años, con una primera etapa que fue poner en valor las canchas, lo que nos llevó mucho esfuerzo, pero quedaron muy bien. Siempre contamos con el apoyo incondicional del club”, explicó.

El proyecto, firmado bajo un contrato de concesión por diez años, incluye obras que quedarán como patrimonio de la institución. Tras la primera etapa, se avanzó con infraestructura complementaria: buffet, baños, vestuarios y una oficina de tenis con insumos deportivos. También se incorporó una cancha de pádel, ampliando la propuesta hacia un espacio multideporte.

Irazabal subrayó que el objetivo siempre fue generar un lugar de encuentro para chicos y grandes:

“La finalidad es el bienestar común, que todos puedan pasar tiempo en el club y disfrutar. Vienen jugadores de Madariaga, pero también de Mar de Ajó, Pinamar, Villa Gesell, Mar del Plata y Dolores. Queremos que tengan un espacio donde la pasen bien”, remarcó.

Este año, el club también sumó una propuesta gastronómica: el restaurante Olmo, ideado junto a Santiago López.

“Ya abrimos con un menú de día, de 8 a 18 horas, y pronto habrá tres noches a la semana con una carta gourmet y local”, detalló el empresario.

Además, se formó una academia de tenis con gran participación de chicos, con la ambición de que en el futuro alguno pueda llegar al profesionalismo. Pero más allá de lo deportivo, Irazabal resaltó la esencia del proyecto:

“El espíritu es el bienestar social y emocional. Que el deporte sea una salida en momentos difíciles, que genere experiencias y encuentros. Ese fue siempre el motor y el objetivo principal”, concluyó.