Primeros días del 2019. Mateo Gondra comenzó a correr con el deseo de mejorar su condición física y encontrar un desafío personal que lo motivara de verdad. Pasaron poco más de seis años. Y el runner entusiasta se convirtió rápidamente en atleta. En el sentido más genuino de la expresión.
Basta cruzarlo un par de veces a este madariaguense de 23 años para darse cuenta que disfruta correr, y además muy fuerte. Mateo es un apasionado por lo que hace, con un sacrificio que dio frutos en varias de sus presentaciones. De movida, nomás, impulsado por su tío Horacio Rincón, llegó entre los cinco mejores de su categoría en las '5 Millas Nocturnas'. ¡Tremendo debut!
Si bien ya había descubierto la actividad deportiva que lo entusiasmaba y lo animaba a competir, Mateo siempre alternó su atención al running con diferentes trabajos. Hoy tiene a su cargo un reparto de verduras y, humildad en estado puro, se da el 'gustito' de elegir la comida, la ropa y las zapatillas. Otro detalle significativo de quien es considerado uno de los atletas más destacados de la región: en todas las carreras recuerda a su abuelo Horacio (fallecido a mediados de 2015), que se lleva la dedicatoria especial de cada arribo a la meta.
-El puntapié inicial tal vez fue mejor de lo imaginado...
-Sin dudas. Mi tío, mi familia y mis amigos quedaron muy contentos con esa carrera. Y ahí dije 'el camino es por acá'. Me animé a seguir intentando en este deporte, en búsqueda de una superación personal. Al año siguiente hice dos carreras en el verano: fui segundo en mi categoría de las '5 Millas Nocturnas' y segundo en 'Valeria Corre'. Después se vino la pandemia por Covid y se frenó todo.
-¿Y cómo siguió la historia?
-En el 2021 me vino a buscar Rodolfo Salvarezza, un amigo, para que lo acompañara a un duatlón de Santa Teresita. Nos terminamos quedando con el primer puesto de nuestra categoría. Y se dio la casualidad de que Silvia Bustamante, una corredora de Madariaga, me vio y me recomendó con un entrenador. Me pasaron el contacto de Francisco Crinigan, y desde ese momento aprendí a valorar la disciplina, con la constancia y la satisfacción del esfuerzo bien hecho junto al grupo de entrenamiento. Con Francisco y los chicos aprendí, por ejemplo, lo que significaba hacer un fondo o las pasadas. Todo cambió y no paré nunca más.
-¿Cuál fue tu logro más importante?
-Deportivamente hablando, lo más importante ha sido llegar entre los cinco primeros de la general en las '5 Millas Nocturnas' y competir en pista corriendo dos pruebas el mismo día (1.500 y 5.000 metros). Al margen de esto, lo más valioso fue hacerme de tres grandes amistades: el profe Francisco, Miguel Aldaz y Brian Gauna, que me transmitieron su humildad y compañerismo dentro del atletismo.
-¿Qué significa este deporte para vos?
-Todo. Es un estilo de vida, disciplina y unión. Es una pasión que demanda mucho sacrificio, pero también brinda recompensas y satisfacciones.
La última palabra
'Quiero agradecer a cuatro personas que estuvieron conmigo desde el primer momento: Claudio Montaldo, Rodolfo Salvarezza (Óptica Salvarezza), Claudio Herrera (Dietética 'Madre Tierra') y Jorge Aldaz (Forrajería 'Los Primos', de Pinamar). A mi profesor Francisco Crinigan, por formarme como atleta y guiarme en este camino. A Facundo Roldán (Físico Entrenamiento), por abrirme las puertas de su gimnasio y preparar todos mis objetivos. A mis compañeros del grupo CG Entrenamiento, por la camaradería y el apoyo. A mi abuela Agustina (sinceramente yo corro para ella y para mi abuelo 'Toto'), mi tío Horacio, mi novia Lorena y toda mi familia por el amor y la motivación constante. A mis amigos, por estar siempre. A la gente de Madariaga; como así también a la Secretaría de Deportes y a AAMPI Pinamar, por dejarme ser parte de su federación'.