La presión de aire en las cubiertas es un factor esencial que impacta tanto en el rendimiento como en la seguridad del vehículo. Mantener la presión adecuada permite que las cubiertas tengan un contacto uniforme con el pavimento, lo cual mejora la estabilidad y el control al manejar. Además, evita un desgaste desigual y reduce el consumo de combustible, lo que prolonga la vida útil de las cubiertas y optimiza la experiencia de conducción.
La presión de aire correcta permite que las cubiertas mantengan contacto uniforme con el pavimento, lo que mejora la estabilidad y el control del vehículo. Esto es vital para maniobrar en diferentes condiciones, ya sea en calles urbanas o rutas provinciales.
Las cubiertas Firestone, Pirelli o Goodyear, entre otras, son fabricadas para soportar diversos tipos de clima y suelos; sin embargo, mantener una presión adecuada es lo que realmente prolonga su vida útil. Con presión baja, las cubiertas sufren desgaste en los bordes, mientras que una presión alta causa desgaste en el centro, acortando su vida útil.
Cuando las cubiertas están desinfladas, el vehículo necesita más energía para moverse, lo que incrementa el consumo de combustible. En contraste, una presión adecuada contribuye a una conducción más eficiente. Usar marcas de calidad como Michelin o Firestone en óptimas condiciones ayuda a reducir este gasto.
A continuación, te explicamos algunos procedimientos básicos que podrías aplicar y factores clave para considerar a fin de mantener óptima la presión de tus cubiertas en todo momento.
Es recomendable revisar la presión de las cubiertas al menos una vez al mes y siempre antes de viajes largos. La temperatura y el peso del vehículo pueden influir en la presión, por lo que esta revisión periódica es importante.
Contar con un medidor de presión portátil es una inversión útil. En estaciones de servicio, también se encuentran compresores con manómetros. Verifica la presión en frío, es decir, cuando el auto no ha sido utilizado en las últimas horas, para obtener un valor más preciso.
Primero, consulta el manual del vehículo para conocer la presión recomendada. Con el medidor, verifica la presión de cada cubierta y ajusta con un compresor si es necesario. En Argentina, los valores recomendados suelen oscilar entre 30 y 35 PSI, pero pueden variar según el modelo.
Es probable que no le hayas dado mucha importancia a este factor, ya que es algo que, a veces, puede olvidarse. Sin embargo, en casos extremos de negligencia, puede haber consecuencias graves, como incluso provocar accidentes.
La presión baja es peligrosa, ya que reduce el control en curvas y aumenta el riesgo de sufrir un accidente. Además, puede causar que las cubiertas se sobrecalienten, especialmente en rutas extensas, aumentando el riesgo de pinchaduras o incluso reventones.
Con una presión de aire demasiado alta, las cubiertas pierden tracción, especialmente en pavimento mojado. Esto incrementa el riesgo de derrape y disminuye el confort de la conducción, ya que el vehículo transmite más las irregularidades del camino.
Algunas de las principales marcas de cubiertas que podemos recomendarte son las siguientes:
Mantener la presión correcta ayuda a que estas cubiertas se desempeñen de manera segura y eficiente, especialmente en caminos irregulares o rutas largas.
A fin de mantener siempre la presión óptima recomendada en tus cubiertas, te recomendamos los siguientes consejos prácticos:
En épocas de altas temperaturas, la presión tiende a aumentar, por lo que es importante revisarla con frecuencia. Durante el invierno, la presión baja naturalmente, y será necesario ajustar para evitar un desgaste irregular.
Incluir la revisión de la presión en cada mantenimiento preventivo te asegura que las cubiertas y el vehículo estén en condiciones óptimas. Una presión adecuada previene problemas y reduce el riesgo de desperfectos. Para este propósito, te recomendamos:
Mantener la presión de aire en las cubiertas es fundamental para la seguridad, economía y rendimiento del vehículo. Las cubiertas Firestone, junto con marcas como Pirelli y Michelin, ofrecen alto desempeño, pero su efectividad depende del cuidado que les demos. Revisar y ajustar regularmente la presión es una práctica simple que brinda una conducción más segura y eficiente, prolongando la vida útil de las cubiertas y mejorando la experiencia al volante.
La presión de aire adecuada en los neumáticos es fundamental para la seguridad, estabilidad y rendimiento del vehículo. Una presión incorrecta provoca desgaste desigual, menor control en el camino y aumenta el consumo de combustible, impactando en la eficiencia.
La presión de los neumáticos afecta directamente la tracción, el frenado y la maniobrabilidad de cualquier vehículo. Mantenerla en los niveles recomendados permite una conducción más segura, menor riesgo de accidentes y una mayor duración de las cubiertas.
Los neumáticos inflados adecuadamente mejoran el rendimiento general del auto y reducen el riesgo de daños. Además, optimizan el consumo de combustible, ofrecen una conducción más cómoda y previenen problemas como pinchaduras y desgaste acelerado.
Para mantener la presión adecuada, es esencial revisar mensualmente el nivel de aire con un medidor y ajustarlo según el manual del vehículo. Realizar esta verificación en frío garantiza una medida precisa y efectiva.