En esta edición EL MENSAJERO, con la colaboración de Ana Lía Bereilh, presenta la segunda parte de la historia de Lía Sinescalco de Ruau.

Para disfrutar…

No sólo basta en esta vida con tener un título, Hay que demostrar que realmente no nos queda grande. En algún momento habrá que mostrar las credenciales. El desafío estaba servido, tocaba enfrentarse a él y ganar la partida. Ella lo sabía. Tenía que hacerlo lo mejor posible. Había que salir a sacar lo mejor de una, o sea, de ella, para obtener el éxito.

Hoy continuamos ya con Lía maestra. Ha vuelto de Dolores y empieza a ejercer en la Escuela Nº3 cuando aún parecía que estaba muy lejos del casco urbano y era tan difícil llegar hasta allí

Maestra. Yo me inicié en la Escuela nº 3 en 1937, el 9 de setiembre, después de recibirme en el 36, me dieron 2º Grado.

Había que ir en auto, la directora era María Teresa Cúndari de Claveríe que nos llevaba a Nélida Moleres y a mí. Un solo turno casi todo el año de mañana, de 1º a 3º, era muy chiquita la escuela. Yo estuve poco tiempo, mi nombramiento era como maestra auxiliar y cobraba $ 110.

San Martín era un barrio muy chico y no tan compacto como ahora; salvo algunas familias Francini, Hourcade, Martín, etc, todas vivían más lejos, era todo barro. La escuela sigue estando en el mismo lugar, pero muy remozada. Creo que el terreno era de Doña Felisa González que lo había dado en comodato. Muchas veces tuvimos que venirnos las tres con lluvia y barro porque no había auto que fuera y no teníamos cómo llamar.

Lo que sé es que de 2º grado había que salir multiplicando y dividiendo por dos cifras, que era terrible de enseñar y les costaba aprender porque restaban muy mal y leer de corrido también (igual que ahora...)

Ha superado su primera experiencia. Ahora va a otras escuelas…

En abril de 1939 pasé a la Escuela nº1, ahí tuve 4º grado y después siempre 3º hasta que pasé a la Escuela 2, en el 1948 o 49 (no estoy muy segura).

Los maestros daban todas las asignaturas. Había que buscarse la vida como se pudiera

Asignaturas que se impartían. En lo que respecta a la enseñanza y aprendizaje durante muchos años los programas eran los mismos con las materias básicas. No había Educación Física ni Dibujo ni Música y el maestro era el único que enseñaba todo, incluida Labores. Cuando en los fines del 30, principios del 40 se incorporó la enseñanza religiosa, los inspectores del área nos mandaban unos cuadernillos - guía para cumplir el programa. El alumno que no quería recibirla podía retirarse del aula o permanecer pasivo.

Los tiempos evolucionaban, se le empezaba a dar importancia a la Ed Física

Educación Física apareció alrededor del 38, incluso vino un Instructor de la recién creada Dirección de Educación Física que nos daba clase a los maestros. Además, organizó los primeros desfiles de fiestas patrias. A mí me tocó desfilar con toda la Escuela y además hablar en la Plaza junto con Mario Ferro,Secretariode la Municipalidad en 1939.

Los métodos educativos se modernizaban, pero la preparación era por cuenta propia. Surgía el método global para enseñar a leer del cual fue defensora y precursora

Formación y perfeccionamiento. No había reuniones de perfeccionamiento ni capacitación de ninguna clase; recién en los años 50 cuando venía el Inspector jefe de Zona se daba alguna charla recomendando lecturas de lo que se consideraba una avanzada en metodología. A fines de los 40 aparecen los “Ateneos Pedagógicos”, reuniones donde se leían nuevos libros sobre metodología de la enseñanza. Pero no había cursos de capacitación si alguien quería poner en práctica los “nuevos métodos”; por lo que cada maestro estudiaba por su cuenta si le interesaba. Pasaron varios años antes de que empezara algún maestro en alguna escuela con la práctica de la enseñanza por equipos o la lecto-escritura con el método global, tan de moda como criticado…

Empieza la época de la enseñanza relacionada. Todo muy moderno, pero les llevaba horas y horas de trabajo

Nuevos métodos y la tiranía de ellos. En la Provincia hubo un cambio en los años 40 cuando dispusieron la conveniencia de enseñar con lo que llamaban “Unidades de Trabajo” donde alrededor de un tema de una asignatura había que relacionar todas las restantes, incluidas Lenguaje y Matemática. Sólo mandaban como guía una de ejemplo de ahí en más cada maestro debía elaborar –con todo detalle- las suyas; para lo que se reunían los maestros de grados paralelos a fin de ayudarse mutuamente.

Horario Mosaico y la falta de libertad. Eran controlados excesivamente.

Después se pasó de la tiranía del horario “mosaico” que vigilaban a rajatabla los inspectores, a la tiranía del “Diario de Lecciones” que el maestro presentaba en Dirección todos los días antes de empezar las clases, donde había que dejar constancia de cada uno de los temas a tratar en el día (los Inspectores cuando iban al grado, lo hacía con ese Diario abierto, a ver si se estaba cumpliendo y si no se repetían era que no se fijaban los conocimientos)

¡Ah! Y que no te encontraran en la hora de geografía terminando el problema de matemática; seguro que eras una inútil que no manejabas el tiempo ni los conocimientos. Por lo demás los directores poco vigilaban o visitaban los grados.

La improvisación en la Música

En cuanto a Música tardó años en que hubiera profesores. Nos arreglábamos para cantar con alguna que supiera piano (pocas) ¡En la escuela Nacional recién hubo un piano cuando cumplió 75 años!

Hasta aquí nos acompañó Lía Sinescalco de Ruau. El 31 de marzo del 2007 fallecía dejándonos un vacío y sus Memorias incompletas. Lía y Silvia, sus hijas, completaron su trayectoria

1948 pasó a la Escuela N°2 “Tuyú” primero como maestra de 3° Grado, después de 1° Inferior: años enseñando a leer con el “método global”. Finalmente fue designada Vicedirectora.

En 1960 pasó a la Escuela de Adultos (nocturna) del Barrio Belgrano, donde se jubiló en 1976.

1958 se sumó al grupo de maestros que formaron el cuerpo de profesores de la Escuela Nacional Normal en 2° año, en Zoología, y después en 5°, Didáctica y Práctica de la Enseñanza.

1960 se hace cargo de la Regencia del Departamento de Aplicación de la Escuela Nacional Normal, en el que permanece más de 20 años hasta su retiro definitivo en noviembre de 1981.

Justamente, Susana Eyras, Negrucha Lorente y Teresa Ance en nombre de las docentes que pasaron por el Departamento de Aplicación escriben…

• A principios de marzo del 60 inicia sus clases el Departamento de Aplicación de la Escuela Nacional Normal  bajo la dirección de Lía Sinescalco de Ruau y  un grupo de docentes.


• Siendo Profesora de Prácticas, formó a 10 promociones de Maestros.


• Como Regente del Departamento de Aplicación fue guía de sus maestros a quienes formó, respetó, asesoró, defendió; formando una familia dentro de la Escuela.


• Sus Maestros recuerdan las Reuniones Mensuales de Perfeccionamiento Docente¸ eran muy formales y enriquecedoras; pero terminada la reunión al cerrarse el Libro de Actas, se compartía un momento de esparcimiento, siendo ella el alma mater de la misma; sucedía igual cuando se hacían las reuniones de fin de año compartidas con los docentes del nivel secundario; no faltaban los desfiles de modas, bailes, dramatizaciones, Aniversarios  de la Escuela, despedidas de compañeros y practicantes en donde ella siempre participaba.


• Una compañera inolvidable, sus recuerdos aparecen en todas nuestras reuniones; sin duda una docente que dejó su huella.

Triunfar en la vida, hace feliz. Haber logrado tantos objetivos propuestos, como haber dejado huella en los lugares donde uno se ha movido, también, pero más que eso, mucho más es, que el día que no se esté en este mundo, alguien, te recuerde como lo hace Ricardo Suárez que fue su alumno en Primero Inferior en el año 1952 en la Escuela “Tuyú”. Eso significa que tu misión, habrá valido.

Ricardo escribe:

Por aquella época no había timbre, sonaba la campana y se formaba fila en el patio, frente al mástil y la bandera; allí también estaba, quizás la más alta, pero seguro la más erguida.- 

Llegué a pensar en ese primer encuentro que aprender sería más difícil o cuanto menos y seguramente, menos entretenido, sin embargo, los días, las semanas y los meses me enseñaron a no volver  a formarme preconceptos.- 

Ni me pregunten cuantos años hace, de todo aquello, si debo decir que la recuerdo y solo de algo me arrepiento, no haber corrido a abrazarla cuando algunas veces la cruzaba fuera del Colegio.- 

Dicen que de grande los recuerdos se hacen más fuertes, para mí no cuenta, la recordé siempre, recé por ella muchas veces dándoles las gracias y hoy, solo quiero contarles que la Srta. Lía Ruau fue “mi maestra” y estoy orgulloso y agradecido de todo cuanto me diera.- 

En estos momentos tan especiales y todos saben por qué lo digo, desde mi primer lugar en aquella fila, seguramente la vería mucho más alta y posiblemente mucho más bella.- 

Lía Ruau, la de los triunfos y los recuerdos. La de la innovación y la perseverancia. La de la fortaleza y la constancia. La de la firmeza y la responsabilidad. La que junto a Elena Andere llevaré por siempre en mis recuerdos, por todo lo que me aportaron para poder desenvolverme en este camino privilegiado, que es el de la Enseñanza.

EL MENSAJERO felicita a la familia de la homenajeada de hoy: Lía Sinescalco de Ruau