Hoy a partir de las 20.30 el Teatro de la Torre recibirá a una gran parte de la comunidad deseosa de escuchar una excelente música y de hacer oír el mejor de sus aplausos. Resulta que para la cultura local se cumple un hito hecho en base a esfuerzo y mucho amor: la Orquesta Infanto Juvenil cumple diez años.

            El director del sueño se llama Leo Solís y vive el momento entre la emoción y los nervios.

            -¿Cómo se prepara este festejo de los diez años?

            -La idea es hacer algo sencillo, con los amigos, la entrada es gratis. Tenemos una presentación con algo de folclore, con algunos de los chicos de las colectividades, un muchacho de la colectividad boliviana que hace quena, otro que hace charango, la idea es incorporar algún arpa paraguaya y ver que es lo que surge a partir del año que viene, si se puede conformar una orquesta criolla que es lo que tenemos ganas de hacer con esos instrumentos autóctonos. Además se trata de un trabajo lindo, muy interesante, que a los chicos les gusta mucho.

            -Pero, eso vendría  a ser el futuro háblanos de lo que va a ocurrir esta noche.

            -Hoy vamos a hacer el anuncio y hoy, también van a estar bailando en el escenario. La idea es festejar estos diez años, hacer un repaso…En realidad arranqué yo solo en 2008 con el proyecto. Había llegado hace unos años, había golpeado algunas puertas de las direcciones de Cultura de ese momento que no entendieron el proyecto por lo cual decidí empezarlo solo trayendo colaboradores desde Dolores, Mar del Plata, músicos que a medida que los iba conociendo los iba invitando, ad honorem, a lo sumo les pagaba un poco el pasaje  o la noche en el hotel y de esa forma colaboraba…

            -¿Siempre tuvo esta conformación?

            -No, al principio era un ensamble porque eran instrumentos que no tenían que ver con una orquesta y no teníamos profesores de violín, viola y violoncelo, era más un ensamble con instrumentos como el teclado o la guitarra…Empezamos a viajar y a conocer más gente. En todo ese devenir surge la inquietud de hacer un cuarteto de cuerdas. En la primera gestión de Jorge (Esperón) él nos dio una ayuda grande al incluir a la orquesta como parte de los talleres de Cultura y ahí pudimos tener más escuela, profesores pagos, luego vino lo del proyecto participativo, conseguimos los instrumentos, y eso nos  ayudó a potenciar aún más la orquesta.

            -¿Cómo fueron los inicios?

            -De mucha dureza, de remar mucho contra la corriente porque quizás el proyecto no se entendía como todo lo nuevo pero ahí estuvimos haciendo fuerza y gracias a esa ayuda que nos dio Jorge ganamos con el proyecto y pudimos demostrar que no estábamos equivocados, pudimos demostrar que era posible de hecho estos diez años lo demuestran.

            -¿Cuántos alumnos tenés?

            -Nosotros tenemos alrededor de 70 / 80 chicos. Hoy van a actuar cerca de 50, por una cuestión de espacio y de no contar con instrumentos para todos hemos hecho una selección, pero el resto tendrán su oportunidad un poco más adelante. Tenemos mucho inicial, este año ha sido un boom el proyecto.

Se trata de una cita ineludible y tentadora. Por el esfuerzo y por el papel que cumple en la comunidad es digna de la presencia de la gente, de los padres y los alumnos que hoy forman parte de una ilusión o de aquellos a los que en un momento  particular de sus vidas les llegó la música  y la posibilidad de un instrumento. Leo Solís, el director de esta hermosa experiencia se lo merece y seguramente nos espera.