Ese primer paso fue un sector propio, comodidades, más horarios de atención y la posibilidad de contar con profesionales dedicados: "Este es un espacio que creció de a poco, día a día", contaba en su momento Griselda Manfredini, doctora cordobesa que estudió en La Plata y quien llegó a Pinamar luego de vivir y trabajar muchísimos años en Mar del Plata para convertirse en una de las referentes del sector.

Luego llegó el momento de la aparición fundamental, con compromiso y mucho esfuerzo, de la Fundación Donde Quiero Estar, quienes acompañan a pacientes oncológicos y familiares en Hospitales de todo el país, y finalmente, el apoyo de distintos profesionales que se sumaron desinteresadamente para apoyar la renovación de la sala. 

Llegó el día de la inauguración y en el aire, presente, estaba la satisfacción del deber cumplido. Y era bien palpable, porque todo lo que rodea el sector de Oncología es tratado con ciertos códigos que buscan brindarle bienestar al paciente, nada más y nada menos. Nicolás Charquero, quien fue reconocido durante la ceremonia, era uno de los más emocionados. Su esfuerzo fue puntal en aquellos primeros momentos de la sala aportando mejoras con sus propias manos. No en vano el espacio lleva el nombre su madre: Sala del Servicio de Oncología, Hospital de Día, “Ana María Giarretto Recova”.

El intendente Martín Yeza no ahorró detalles ni felicidad: "Estamos muy contentos porque además de toda la remodelación del sector, de los subsidios y colaboraciones, de los nuevos sillones, vimos el compromiso humano de todos para poder ofrecer un confortable espacio para el Servicio de Oncología. Todos pusieron el hombro, como Municipio y como vecinos nos merecíamos este espacio". 

"Soñábamos con un Hospital más confortable, más humano, más amigable con los pacientes", expresó a su turno el secretario de Salud de Pinamar, Dr. Eduardo D'Agostino. "Por eso nos reunimos con todo este equipo y empezamos a trabajar. Sumamos, además a la especialista en arquitectura sanitarista Jorgelina Alcántara Braidot quien, con mucha sensibilidad, se ofreció a donar los planos. También quiero reconocer el esfuerzo de la Fundación Donde Quiero Estar. Un verdadero orgullo poder seguir avanzando día a día para mejorarle la vida a los vecinos de Pinamar".

Por su parte el Cura Párroco, Padre Marcelo Panebianco, realizó una emotiva bendición del nuevo espacio, deseando el mejor de los augurios para quienes realizarán sus tratamientos en dicho sector y para los pacientes del renovado hospital en general.

"El servicio tiene una demanda cada vez mayor", explicaron los profesionales del área, "Y por eso necesitábamos este lugar, un espacio de calidad, bien cuidado. Cuando empezamos teníamos tres sillones y ahora ya tenemos 7 sillones, por ejemplo. Queremos darles la mayor comodidad a los pacientes y en este sentido estamos trabajando, por eso recibimos con tanta alegría esta inauguración. Todos los días sumamos algo nuevo. Por ejemplo, la gente de la Fundación ayuda dentro de sus posibilidades a los pacientes dándoles reiki, entre otras opciones. Toda la prioridad y el esfuerzo lo ponemos en generar bienestar y estamos muy felices de poder lograrlo", concluyeron.