Así es Gabriela Ledesma, esta pinamarense de 24 años que todos conocen como "La China". Servicial, decidida, simpática y con una historia que inspira: "Hice toda la escuela acá en Pinamar. Cuando terminé la secundaria en el ARVIS no lo dudé un segundo, yo ya tenía decidido que iba a estudiar para ser Policía".

Gabriela es policía. Empezó, como muchos otros chicos de Pinamar, en la Policía Local, conociendo el uniforme que admiraba desde pequeña, y haciendo su primera experiencia en las calles que conocía desde niña: "Tuve la oportunidad de que me llamaran y tuve la chance de ser parte de algo con lo que me identificaba hasta familiarmente ya que mi bisabuelo había sido policía. Esos primeros pasos fueron muy emocionantes para mi".

"Mi hermano también egresó en esa camada. Rápidamente pasamos a ser parte de la Policía y hoy, con dos años en el servicio, ya estamos totalmente habituados a esta vida", cuenta la China, "Me levanto todas las mañanas pensando en mi responsabilidad de servicio, esperando poder resolver positivamente todo lo que surja, pensando en cómo puedo dar una mano para que los barrios sean más seguros y la gente viva más tranquila".

Gabriela sabe que su papel en la sociedad a veces ha sido mal visto y aprovecha la charla para defender los cambios: "Es difícil cuando algunas personas tienen prejuicios sobre los policías. Y a veces duele que se vean solamente las cosas feas relacionadas a la fuerza. Me encantaría que supieran que de este lado se hace duro de tanto en tanto. Que se pusieran de nuestro lado y entendieran lo complicado que pueden llegar a ser las cosas en este trabajo. Quizás en Pinamar estamos más tranquilos pero nadie te asegura que un día te toque no volver a tu casa".

Con emoción, la China, hija del popular "Cachilo" Ledesma, continúa: "Cuando sos policía tenés que saber que tenés que entregar tu vida a lo que hacés. Yo lo sabía cuando empecé en esto y mi familia también. Aunque a veces es complejo, ellos me apoyan. Mi mamá, por ejemplo, si le digo estas cosas se pone a llorar pero también entiende que yo lo hago con pasión y ella siente orgullo".

"Cuando te ponés el uniforme somos todos iguales", dice Gabriela pensando en la igualdad de género dentro de la Policía, "Acá tratamos todos los días de capacitarnos, de estudiar, de avanzar, de generar igualdad de género pero también de capacidad".

Finalmente, como algo que corre en la familia, La China nos cuenta que su pasión también pasa por el deporte: "Hago Boxeo. Está en mi sangre, desde los 5 años, con mi viejo, mis hermanos, estoy en este mundo. Me preparo, entreno, soy parte de una vida que me da mucha felicidad. Prefiero entrenar y dar ejemplo. Motivar e inspirar a los chicos a ser mejores cada día".

"Puedo decir con orgullo que siguiendo los pasos de mi papá en la Escuela Municipal de Boxeo", explica con alegría, "Le dimos la chance a muchos chicos de tener una actividad que los sacó de los peores lugares. El deporte provoca esas cosas, te salva. Para mi es muy importante, tenés que querer dejar todo lo negativo y motivarte para que la vida sea más linda. El deporte te ayuda en todos los sentidos posibles y yo soy un ejemplo de que se puede coordinar la vida laboral con la pasión por el deporte".

Hace unos días, su actitud proactiva salvó una vida en la Ruta 74. "Estábamos pasando por allí cuando presenciamos un accidente. Un auto cayó dentro de una zanja y una mujer se estaba ahogando. No lo dudé, estaba segura de mi capacidad y me apresuré a sacarla de allí. Tuve la suerte de poder ayudar en una situación límite".

"En mi función como Policía, el deporte, la capacidad y preparación física me ayudan siempre. Hay que dar más, querer la vida, ser cada día un poco mejor en todo lo que hacemos, esa es mi intención", concluye la "China" Ledesma.