(Colaboración Paola Ippolito) Con el mismo premio también fueron distinguidos el director polaco Krzysztof Zanussi y el actor Oscar Martínez.
En la víspera de la clausura y antes de conocer su nominación, dialogamos en una cálida y generosa charla con Jorge Marrale

-A dos semanas de su estreno comercial, ¿Cómo fue estrenar Maracaibo en la sala con el público en la primera proyección?
- Feliz de estar, porque en general me encontraba haciendo teatro, y este año se reiteró la invitación y el estreno de nuestra película. Uno construye expectativas, se anticipa a lo que va a venir y la realidad te supera, y fue una experiencia muy emotiva, me di cuenta que el material emocional de la película llegó a la gente, la obra tiene ribetes dolorosos y a la vez se genera un espacio de identificación. Me preguntaba cómo vibraría en cada uno y lo interesante es que cada emoción es individual y me dije la tarea está cumplida
-Maracaibo toca temas latentes, la inseguridad, las elecciones sexuales, el rol de padres e hijos... en épocas donde la comunicación es un recurso gastado, cómo construiste el vínculo con el personaje de tu hijo, su privacidad y la pérdida?
-Te diría Paola, que es lo más parecido a lo que sucede en la vida, uno proyecta encuentros, desencuentros y la vida te sorprende. Tenemos pocas escenas con Facundo para demostrar el vínculo, y se ve una relación amorosa con algunas contraposiciones
-¿ Cómo es eso?
-La escena del auto, yo vengo de cazar, él no pudo disparar y yo si, cruzamos una visión de la certeza del color d e l as nubes y allí se muestran las dos miradas y se cruzan conceptos sobre la vida
-Claro, oí que decías en la conferencia: vos como cirujano, cortás y el rol de tu esposa como oftalmóloga, mira
-En ese simbolismo se concentra la definición de la pareja, y como ve cada uno el entorno
-Creo también ver como mensaje que el amor es universal más allá de las elecciones sexuales
-Absolutamente y es lo que él descubre, es una paradoja, este hombre termina de comprenderlo, desencriptarlo, después de la pérdida y eso es revelador.
-De la culpa a la venganza, tu personaje busca encontrar el responsable y este desandar el camino lo lleva al otro padre
-Si, porque lo vio, adivinó la directriz del mandato paterno
-Volvamos a tu vida: Nieto de inmigrantes... ¿cuánto tuvo que ver ese tío calabrés y Vittorio Gassman en tu destino artístico?
-Bueno, mucho que ver desde ya, años 60, donde el tío calabrés me hizo ver mucho cine italiano, fue una gran influencia, ciertas formas expresivas muy libres, Gassman se tragaba la vida, me impactó, Tognazzi, Marcello, Sordi, esa camada de actores emparentados a los actores argentinos,
-¿ Dónde quedó el ingeniero?
-El ingeniero que nunca fue. El momento de la decisión es un acto de profunda valentía, me dije que no era mi destino, sino que mi destino estaba en la corriente humanística. No era feliz, hasta que encontré mi eje
-El concepto recurrente en parte de tu gran carrera tiene que ver con la sanación , espiritual emocional, ¿ el arte es una herramienta para sanar?
-Podría ser, aunque uno vincula la sanación a lo médico, el arte es el ADN de la humanidad, es lo que nos identifica, nos da pauta, en la construcción subjetiva y necesaria, al conectarse con el arte, estás vos y la humanidad, nos abarca.
-Sabemos de tu compromiso social, hasta donde un actor se compromete en el ejemplo, en el mensaje?
-Es algo totalmente individual una elección personal y tiene que ver con motivaciones internas y profundamente subjetivo, se puede pasar sin ese compromiso, pero lo que yo hago tiene que ver con la gente.

Jorge tiene un hablar pausado, mira a los ojos, escucha con atención y responde con generosidad, y es agradecido: “Permitime agradecer estar acá, esto que motiva el cine nos permite hablar en otros tonos, no hay nada que nos urgencie para quedar bien, hay un aspecto de la comunicación que hace que ciertas formalidades nos impidan profundizar nos quedamos boyando en la superficie”