El doctor Simón Koury es referente de CICOP y se refiere a la situación por la atraviesan los profesionales de la salud en un momento en que no son pocos quienes han sido víctimas de la pandemia, contraída en cumplimiento de su deber.
Al respecto el médico reflexiona: “Cuando comienza todo esto se licencian a varios sectores de todo lo que es el espectro laboral. La gente de salud es la única que queda expuesta y trabajando todos los días de semana en esta situación y en la primera línea del frente de batalla. Y lo que en una primera instancia eran aplausos, saludos y apoyos a los profesionales de la salud, empezó a tomar un giro con hostigamiento hacia los profesionales porque iban vestidos como médicos, como enfermeros, en los mismos edificios donde vivía la gente, le dejaban cartelitos pidiendo que se muden porque podían contagiar el virus, eso fue incrementándose de menor a mayor y hubo un par de situaciones, una en San Juan y la de Córdoba que es la que se termina de tener donde profesionales de la salud, arriesgándose se contagian y aparentemente diseminan lo que es la enfermedad viral, y los imputan como si fuesen criminales y como si esto fuera hecho adrede para generar un malestar en la salud de la población cuando en realidad todo esto sucedió por el riesgo que tenemos todos los profesionales de la salud”.
La situación se agrava a raíz de que un fiscal imputó como responsables a los dos médicos, de la propagación del coronavirus en el geriátrico de Saldán, en la provincia de Córdoba donde hubo 56 contagios y 11 muertes. La situación puso en pie de alerta a los médicos que se manifestaron públicamente.
“Nosotros estamos en la primera línea de batalla, hay lugares donde no tienen equipos de protección personal, donde el trabajo médico y el del personal de la salud muchas veces está precarizado, donde no se pagan todas las horas como se tienen que pagar ni se lo hace en blanco, ni hablar que hay lugares donde el COVID ha avanzado más y los equipos de protección personal no tienen la calidad que deberían tener o se van desgastando y no se pueden reponer. Esta situación en Córdoba detonó e hizo que se salga a las calles para manifestar la disconformidad con este tipo de situaciones. Acá hubo una interposición de los que quisieron hacer una revuelta, los que se llaman anticuarentena, obviamente que es su opinión y la pueden expresar como quieran, pero eso fue solamente en el obelisco; en Pinamar, Gesell, Madariaga hubo más de 100 autos dando vueltas en la ciudad y no hubo la otra movilización de los anticuarentena, todos en apoyo al personal de la salud, al igual que en el Partido de La Costa. Acá hubo mucho personal que se expresó, que salió a las calles, que lo hizo pacíficamente, con las medidas precautorias que se tenían que tomar, con el apoyo de todos, la gente salía a la calle a saludar, mostraban las banderas, nos filmaban, porque la realidad es que esto lo hacemos más allá que por el bien del profesional de la salud, por el bien de la población porque si estos casos se replican, esto de imputar legalmente al personal de la salud cada vez dan menos ganas de trabajar”, describe Koury para quien el riesgo es mayor si además de enfrentarse a la patología tiene que hacerlo a posibles denuncias ante la justicia.
Como colofón el médico analiza: “Tanto en Gesell, Pinamar y Madariaga se sectoriza el hospital, acá no tenemos pisos, tenemos un ala para patologías respiratorias y otra ala para las no respiratorias. (…) En un punto, el paciente que entra por un traumatismo de brazo puede tener coronavirus de forma asintomática, y es el que termina contagiando, si bien el que está en la zona no respiratoria también toma sus precauciones porque tiene barbijo y antiparras es el que está más en riesgo; la persona que tiene fiebre, tos o neumonía, uno está más precavido y entra por la zona respiratoria con todos los mecanismos de precaución que se toman, el problema es el