Matías Vallo (34) es Ingeniero Agrónomo recibido en la Facultad de Ciencias Agrarias de Balcarce. Hijo de María Silvina Veyra y de Mario Vallo, se especializa en la producción de kiwi en Argentina y en la investigación de nuevas variedades de este fruto, destacando al kiwal de Macedo como uno de los pioneros en esta rama.

En diálogo con EL MENSAJERO, el madariaguense, que logró perfeccionarse en Europa, revela el potencial de este producto y su expansión en el futuro.

“Cursé mis estudios en la Escuela Primaria Tuyú N°2 y en la Escuela Secundaria Técnica N°1. Luego continué la carrera de Ingeniero Agrónomo, en la Facultad de Ciencias Agrarias de Balcarce”.

- ¿Cómo llegó tu interés por la producción de kiwi?
Mientras cursaba el 3er. año de la facultad, la producción de kiwi en Argentina empezaba a crecer, desarrollándose nuevas plantaciones en la zona de Mar del Plata, Batán, Miramar y Balcarce.
Por tal motivo, tanto el INTA como la Universidad de Mar del Plata, comenzaron a acompañar a los nuevos productores. En ese tiempo, había poca información sobre el kiwi en nuestra zona y surgió la oportunidad de realizar mi tesis en "Fertilización del kiwi".
Durante el desarrollo de mí tesis, fui convocado a trabajar como pasante en una plantación de este fruto, en la ciudad de Balcarce.
A partir de ese momento, me interesó trabajar en un cultivo nuevo con muchos desafíos por delante.

- ¿Te especializaste en el extranjero?
Luego de la pasantía y al terminar la tesis, comencé a trabajar en Dalpane Vivai, un vivero Italiano que se instaló en la zona de Sierra de los Padres, el cual producía plantas de kiwi. Este trabajo me permitió viajar a Italia a conocer la empresa madre y especializarme más en el tema.
Italia es uno de los mayores productores de kiwi del mundo, con más de 30.000 hectáreas plantadas y más de 40 años de experiencia. Vale aclarar, que en Argentina tenemos 800 hectáreas plantadas y 20 años de experiencia.

- ¿Dónde trabajás actualmente?
Actualmente trabajo en el “Grupo Ikiwi”, que posee tres campos dedicados al kiwi con 160 hectáreas plantadas y una planta de procesamiento en Mar del Plata.
Producimos kiwis orgánicos que se comercializan tanto en el mercado interno como en el extranjero, exportando a países como Italia, Alemania, Inglaterra, Canadá, etc.
Hace cuatro años, el entonces presidente Mauricio Macri, visitó la empresa e inauguró la planta de proceso.

También estamos trabajando en un nuevo proyecto de producción de nuevas variedades de kiwi de pulpa amarilla y pulpa roja. Este año ya cosechamos la primera producción de kiwi amarillo en Argentina.

- ¿Qué futuro le ves a esta producción?
Si bien la producción requiere una inversión inicial alta, de cuatro a seis años para recuperarla, es un cultivo muy rentable con una vida útil de veinte a treinta años.
La demanda interna del kiwi en Argentina, todavía es insatisfecha, por lo que se importa de Chile e Italia y ésto hace que el productor perciba un buen precio por su fruta en el mercado.

Otra de las ventajas, es la calidad de nuestros kiwis, son muy apreciados en el mundo por su bajo contenido de acidez y dulzor. Somos también un país libre de plagas y enfermedades graves que afectan a otros países productores. Si bien tenemos todas éstas ventajas, la inversión a largo plazo es uno de los puntos débiles de nuestro país.

El Kiwal de Macedo fue uno de los pioneros en Argentina y quienes tuvieron la visión del potencial del Kiwi en nuestra zona. Gracias a su esfuerzo y aprendizaje pudieron incentivar a otros productores a incursionar en kiwi.

Dado que Argentina, sobre todo en el sudeste bonaerense, posee una tierra apta para éste cultivo, y que aún no ha llegado a su límite, considero que tiene un gran porvenir.

Por último, Matías expresó: “Agradezco por el espacio que nos dan a los madariaguenses de contar lo que hacemos. Y sobre todo, agradecer que en la ciudad tenemos instituciones públicas, con maestras y maestros dedicados que, en mi caso, me ayudaron a desarrollarme como profesional”.